Se trata de una iniciativa científico-divulgativa que busca fortalecer la enseñanza de las ciencias y concienciar sobre la contaminación atmosférica desde la experimentación.
En este proyecto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas participan más de 400 alumnos de ESO, Bachillerato y Formación Profesional de seis centros educativos de la comunidad.